miércoles, 9 de noviembre de 2011

NUESTROS PENSAMIENTOS.


:
Absteneos de toda forma de mal. Y que el mismo Dios de Paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. 1Tesalonicenses 5:22-24 (BLA)
INTRODUCCION:
La Obra de regeneración el Señor la empezó en nuestro espíritu cuando nacimos de nuevo; de allí nos manda a abstenernos de todo mala, para que seamos guardados en nuestro ser completo: espíritu, alma y cuerpo.
DESARROLLO:
  • Todo Saldrá a Luz: Marcos 4:21-22
En la ministración al alma la parte más importante es la rendición de las intenciones. Pues las áreas no ministradas son las que salen primero.
En este pasaje podemos notar que la luz es importante para alumbrar las áreas del alma de tal manera que las podamos rendir; cuando la luz penetra a nuestro interior debemos permitirle que haga un recorrido por nuestro espíritu, alma y cuerpo.
  • El Recorrido de la Ministración: 1 Tesalonicenses 5:23
El Atrio: figura del cuerpo, representa la carne. En el radican los cinco sentidos que son los que nos hacen concientes hacia el mundo exterior. Es el lugar en donde alumbra el sol y todos se dan cuenta del error porque ya se ejecutó.
Lugar Santo: figura del alma. Es donde podemos localizar los deseos internos y son los que controlan los sentidos. Es en donde solo yo se con que me deleito. En el alma estan los pensamientos, los sentimientos y la voluntad. Aquí sólo la luz del Espíritu alumbra, es por ello que sólo Dios conoce nuestros deseos internos.
Lugar Santísimo: figura del espíritu. Es nuestra parte más intima en donde radican las intenciones, para poder bloquear los malos deseos y no se lleguen a ejecutar debemos ministrar las intenciones y arrepentirnos.
  • La Integridad de las Intenciones: 2 Pedro 1:5-10
En cada momento del día o en cualquier oportunidad que se presenta cada mala intención debemos de ministrarla con virtudes espirituales para no dejar un vacio en nuestro interior, pues a medida que ministramos nuestras intenciones cambiarán nuestras actitudes.
CONCLUSION:
A medida que la luz del Espíritu nos ilumine se va a ir manifestando lo que tenemos adentro.
Debemos de examinar nuestras intenciones y evitar que malos deseos ocupen el lugar de lo bueno, lo agradable y lo perfecto.

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