miércoles, 9 de noviembre de 2011

EFECTOS DE LA LEY DE DIOS.


Efectos de la ley de Dios.

de Maria Esther Hernandez Molinares, el miércoles, 09 de noviembre de 2011, 12:44
“Jehová se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla” Isa: 42: 21.
En el testimonio de la biblia nos relata que a través del ejercicio correcto y ordenado de los ministerios y el uso e interpretación de la ley, era cuando sus efectos eran visibles y todo el pueblo gozaba de alegría y gozo, prosperidad y libertad de yugos de servidumbre, y todo era sanidad y florecían todas las viñas en los campos, todas las atribuciones venían a través del arca del pacto, que era cargada solamente por sacerdotes llamados y ungidos que enseñaban al pueblo acerca de la ley. (2 Sam 8: 15. 1 Reyes 3: 11 al 14. 2 Cro 13: 9 al 18) Esd, Neh, Ester, Salmos,  Isa, Zac Todos estos libros describen los efectos reales y positivos de aplicar la ley correctamente, en el orden establecido del Señor.
“Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento. Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra. Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías,Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar. Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura” Neh: 8: 5 al 8.
Y ahora, henos aquí, despojados, en yugos de servidumbre, gobernados por soberbios que engañan a los pobres con miserias, confundidos por tanta religiosidad, y sin poder entender nuestros propios errores, sin poder aplicar la ley de manera correcta, pues el testimonio real nos confronta con esta realidad que los Hijos de Dios vivimos, y aún entre tantos grandes varones de Dios, cada uno proclamando el poder infinito de Dios y los cielos y la tierra con los desastres financieros y materiales desmintiendo, y las congregaciones que están en nuestro alrededor en yugos de pobrezas, enfermos, en trabajos pesados mal pagados, nuestros hijos en yugos de opresión, los jóvenes en malos pasos, no tenemos mas remedio que volver nuestros ojos al único que nos puede salvar.
Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró los ojos de vuestros profetas, y puso velo sobre las cabezas de vuestros videntes. Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado. Y si se diere el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto; él dirá: No sé leer.” Isaías 29: 10 al 13.
Y el Señor nos demuestra, que el vino para cumplir con la ley, no para abolirla (San Mateo 5: 17 al 20) y este mismo Señor es el que nos da la libertad para poder entender la ley (2 Cor 3: 14 al 16) y también nos da la unción y el llamamiento para que podamos ejercer este sacerdocio según sus propias palabras en Apo: 1: 5 y 6. Apo 5: 9 y 10. Y nos demuestra que la ley está sellada y por esta causa muchos tropezaron y no vemos los efectos de la ley en nuestro alrededor, todos confundidos e interpretando la ley de diferentes maneras, porque es triste ver gentes vestidos como judíos, enseñando lenguas hebreas, pero negando la eficacia de la ley, no hay testimonio, ni evidencias en el mundo, y es terrible la ostentación, la falta de amor, la falta de unción y de revelación.
“Porque mi pueblo me ha olvidado, incensando a lo que es vanidad, y ha tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado, Para poner su tierra en desolación, objeto de burla perpetua; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y meneará la cabeza” Jer 18: 15 y 16.
¿Cuántos de nosotros hemos llorado sobre las ruinas, y hemos elevado nuestras oraciones de arrepentimiento, ante el Señor al ver el desierto y los escombros entre tanta gente despojadas de amor y esperanzas, sin poder emprender el vuelo como las águilas, y ver nuestra maravillosa heredad; la tierra entregada al despojo y a la crueldad de nosotros mismos por consentir semejante crimen? ¿Cuántos de nosotros estamos dispuestos a servir al Señor como sacerdotes que ofrecen incienso, ofrendas y sacrificios para expiar nuestras culpas y sea el Señor perdonando nuestros pecados y sanando nuestra tierra? Es la hora de tomar partido por el Señor y hacer las cosas como el dejó escrito.
“Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados y se enredaran y serán apresados. Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. Esperaré, pues, a Jehová, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob (Suplantador) y en el confiaré” Isa 8: 15 al 17.
La ley de Dios está sellado y nadie que no tenga la unción Sacerdotal puede entender y mucho menos interpretar la ley, esto solamente se encuentra en el arca del pacto, y recordemos que solamente puede ser cargado por sacerdotes y levitas y es parte de las funciones del sacerdote instruir  al pueblo acerca de la ley.
“Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. Mas vosotros os habéis apartado del camino (Jesucristo: Juan 14: 6): Habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos. Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas” Mal 2: 7 al 9.
Y es aquí la promesa de retribución del Señor, cuando hace el llamado para purificar por medio de la sangre de Jesucristo (Mal 3: 1 al 3) y nos llama reyes y sacerdotes (Ap 1: 5 y 6) para traer el testimonio real del efecto de la ley.
¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. Isa 8: 20. 
Y en este testimonio esperamos, es evidente que nuestro Dios es el mismo, que su ley no cambia y tenemos la promesa de magnificar y engrandecer los efectos de la justicia, y amados es la hora  en que tomemos esta semilla en nuestros corazones, ¿Saben que el Señor está diciendo que somos como tierra de labranza, lista solo de poner en nuestros surcos la semilla que es la palabra de Dios?
Y esto es lo que hacemos: En el poderoso nombre del Señor Jesucristo sea dado sobre su pueblo espíritu de Zorobabel, de Josué, de Esdras, Zacarías y de todos sus santos y elegidos, cumpliéndose su palabra en esto:
“Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulcros, pueblo mío. Y pondré mi espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.” Eze 37: 13 y 14.
Hermanos amados, la palabra de Dios dice que por falta de conocimiento perece su pueblo y hemos visto mucha gente hablando y predicando sobre cosas que no entienden y una de ellas es el cumplimiento de la palabra de Dios y faltan muchas cosas por cumplirse y una de ellas es esta, Los reyes y lo sacerdotes para traer sanidad a través de la expiación de los pecados del pueblo, reyes para gobernar con justicia y juicio, sacerdotes para administrar sabiamente los sacrificios, diezmos, ofrendas del pueblo y el Señor está organizando el trabajo y ha mandado:
“Prepara tus labores fuera (Sembrar la semilla), Y disponlas en tus campos (Lo que quieras para ti), y después edificarás tu casa” Pro 24: 27.
“A ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores. Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes. En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo” Isa 61: 3 al 7.
Y esta palabra la declaro y la siembro en cada una de las personas que lean estas notas para que a la hora del crecimiento que da Dios, sea de conocimiento y desarrollo para que las evidencias y testimonio del efecto de la ley sean vistos por todos en cada una de nuestras heredades.

En el nombre del Padre, del hijo y del santo y maravilloso Espíritu Santo que es el autor de todas las notas.




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