Salmo 123.
A ti alcé mis ojos,
A ti que habitas en los cielos.
He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y
Como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros
Ojos miran a Jehová nuestro Dios,
Hasta que tenga misericordia de nosotros.
Ten misericordia de nosotros, oh Jehová,
Ten 3misericordia de nosotros,
Porque estamos muy hastiados de menosprecio
Hastiada está nuestra alma
Del escarnio de los que están en holgura,
Y del menosprecio de los soberbios.
Este es nuestro clamor ante ti; Señor, dueño, creador y Juez de todo cuanto existe: ¡Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan de su presencia los que le aborrecen, de los que usan tus palabras con labios inmundos, con las manos llenas de sangre y que hablan de ti como si te conociesen y con los hechos fraudulentos, y sus falacias desmienten tu palabra! ¡Son impíos, idolatras, y que han usado a tus siervos para enlazarlos en yugos que tu has prohibido! ¿Hasta cuando?
¡¡LEVANTESE AHORA Y JUZGA CON TU LEY!
No hay comentarios:
Publicar un comentario