jueves, 27 de octubre de 2011

Venciendo al enemigo

Vencer las pruebas que el enemigo usa para distraernos forma parte de la vida del cristiano y va fortaleciendo nuestro carácter mientras ejercitamos la fe, pero cuando este incrementa sus fuerzas y las tribulaciones llegan una tras otra sin darnos chance para levantarnos, es tiempo de batallar en el campo espiritual hasta ver una mayor manifestación de la gloria de Dios a través de un incremento en nuestra comunión. Poner nuestra vista en el galardón nos mantendrá enfocados en medio de las pruebas, mientras avanzamos declarando victoria, fortalecidos en la oración y confiados única y exclusivamente en el poder de Dio
REFLEXION


Quien puede Imaginarse comprenderlo todo? Quien no quisiera poder tener la sabiduría y el conocimiento para no cometer mas errores, para mirar la verdad sin vergüenza, dudas o temor? Quien no quisiera llegar a esos lugares altos donde se alcanza la plenitud de la verdad y el amor?

Una vez que nos decidimos seguir a Jesús, la conciencia se nos va despertando a la verdad; entonces podemos valorar la vida y enaltecer el amor. Este acto es divino, es un regalo de Dios derramando su gracia: La conversión. Es un proceso gradual, una experiencia de iluminación del entendimiento en la verdad que primero nos lleva a querer vivir en gracia, es decir a ejercer la voluntad para desarrollar las virtudes y amar; y poco a poco se va haciendo mas fuerte el anhelo de santidad hasta querer llegar a los lugares altos. Definitivamente la conciencia recta solo la puede formar Dios pero nosotros colaboramos con nuestra respuesta ante la gracia. Yo no puedo creer que una persona que vive en el desorden de los vicios y el pecado este capacitado para valorar la vida conforme a la verdad, vive atado del engaño y no puede amar lo suficiente su propia vida! De ahí la importancia de ejercer el dominio propio que nos es dado como don para perseverar en el estado de gracia, es decir, vivir lo mas libre de pecado que podamos y así abrir las puertas a la verdad y el amor. Porque Jesús es la verdad y sin El, el camino se nos dificulta. Como El es el amor, aquellos que viven el amor incondicional, viven en El y Dios les llena de su gracia para despertarse a la verdad.

La Verdad se revela a los humildes, sencillos y de limpio corazón, como leemos en tantos pasajes de la Biblia. Aquí en la tierra vivimos en esperanza de la revelación plena de la verdad. En este capitulo Miedosa alcanza esa meta y ahora es Gracia y Gloria quien se abre a la plenitud del amor!

La verdad se oculta a los soberbios y por eso vemos ahora en el mundo tanta confusión. Hemos dejado que nuestro rey sea el soberano y engañador espíritu del mundo que:
-nos llama a la competencia y lucha de poder, en vez de la hermandad,
-nos invita a la presunción y orgullo, en vez de la humildad,
-nos lleva al egoísmo y la ambición, en vez de la generosidad y la gratitud,
-nos atrae a buscar reconocimiento y fama en vez de ser servidores de los demás,
-nos impulsa a hacer diferencias de clases y razas, en vez de hacernos todos uno, para mirar como iguales los corazones de todos los seres humanos, que palpitan con la misma energía de vida y el mismo deseo inocente del niño que anhela "amar y ser amado".

El adorar al dios del mundo ha bloqueado nuestros verdaderos instintos de amar, que el niño pequeño no oculta. Pero delante de los ojos de Dios seguimos siendo los mismos pequeños inocentes que anhelan su abrazo. El nos regala el tiempo aquí en la tierra para ir "haciendo crecer" nuestro anhelo de amor incondicional, y nos permite vivir experiencias que van moldeando nuestro carácter a través del sufrimiento y las pruebas, las relaciones y desarrollo de los talentos, el descubrimiento de la belleza y el amor; todo colabora para nuestra misión aquí en la tierra. Es una misión de investigación de la que pocos descubrimos su verdadero propósito, hasta que finalmente podemos escuchar la voz del maestro que nos dirige en la búsqueda del amor perfecto.

Cuando por fin descubrimos que el objetivo de nuestra existencia fue amarnos y darnos los unos a los otros, entonces podemos empezar a conformar juntas las piezas del rompecabezas de su cuerpo que hemos dividido por el pecado desde el principio. Finalmente seremos un solo cuerpo y un solo espíritu en Cristo. Que misión mas bella tenemos en esta vida! Y sin embargo nos distraemos demasiado con lo que no es importante.

La imagen que nos deja Gracia y Gloria de este lugar en las Alturas es también un proceso de descubrimiento; nos deja saber que el amor infinito es un continuo descubrir, que Dios se nos revela siempre parcialmente. Aun en las alturas, ella solo veía un diminuto ángulo de todo el conjunto, y aunque su entendimiento cada vez recibía mas luz, ella ya vivía en el gozo pleno de la comunión con Dios.

Me encanta esta forma de ver la plenitud, que es diferente a la visión de otras ideologías modernas que piensan de si mismas como "células idénticas" a la divinidad. Es comprensible que existan tales formas de pensar humano. No fue ese el pecado original, querer ser como Dios? Los cristianos en cambio, nos reconocemos como criaturas amadas por el Creador pero limitadas en el poder creador. Por tanto, nuestra plenitud en la nueva vida que nos espera, será plenitud en el el amor, no en el poder; siempre seremos criaturas que aman y honran a su Dios Creador.

En su experiencia nueva, Gracia y Gloria recuerda el proceso de aprendizaje que tuvo que recorrer para poder tener pies de cierva y alcanzar las alturas. Podríamos poner conclusiones que nos ayudan a nosotros a caminar en el proceso espiritual de purificación y sanación:

1) ACEPTAR CON GOZO.
Dios sabe lo que hace, no tratar de huir o renegar de su voluntad. Tener la actitud de Maria: " Hagase en mi según Tu voluntad".

2) PERDONAR
El amor nos ayuda a soportar las ofensas, ya que Jesús mismo no se libró de ellas. Entonces la actitud debe ser sacar el bien del mal. Es decir, primero liberarse del resentimiento y la amargura para recibir las ofensas como una bienaventuranza.

3) VIVIR EN ESPERANZA
Para poder caminar en confianza se tiene que reconocer el inmenso amor que Dios tiene por cada uno, no por lo que uno hace sino por lo que es; un hijo amado en proceso de perfeccionamiento. Confiar que Dios puede transformarlo todo, nos evita el desaliento, el temor y las dudas. El mira lo que llegaremos a ser!

4) APRENDER A TRANSFORMAR EL MAL
Toda experiencia negativa, el pecado, la pena, el sufrimiento y el mal, nos revelan el opuesto bien. La verdadera sabiduría consiste en extraer una enseñanza a través de la experiencia, siempre y cuando se haya reaccionado con amor ante ella. No solo se trata de impedir que el mal nos dañe, sino de vencerlo con el bien siempre que sea posible.

De estas cuatro reglas extraemos el punto común que es la síntesis del evangelio; El amor. Somos caminantes en busca de ese tesoro escondido en los ojos del enfermo, en la alegría de un niño, en la soledad de un anciano, en la pobreza de un indigente y en el dolor del mundo que se pierde en el engaño. Y seremos caminantes que recorran el mundo para llevar la Buena Nueva, una vez que hayamos asumido estas simples cuatro reglas, que hacen nuestros pies como de cierva y nos elevan a las alturas para ser misioneros del evangelio.

Bendiciones

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