Las zorras: Es una forma de describir la prostitución. Que se vende al mejor postor. Inclusive el Señor ha comparado a los profetas como zorras.
Viñas: Nombre común para ilustrar un terreno de diversas plantas leñosas y trepadoras, sus frutos son las uvas.
“Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en ciernes” Can 2: 15.
Entendemos que la biblia habla por medio de metáforas, y esas son las que confunden su interpretación, hasta que el espíritu revela su significado, y es más real y consistente que la misma realidad.
“Y en todas las viñas habrá llanto; porque pasaré en medio de ti, dice Jehová” Amos 5: 17.
Esas viñas son planes que se elaboran, proyectos, propósitos, intenciones que muchos llaman visión; y en estas visiones hay que tener cuidado, hay diferencia abismal entre la visión de la carne y la visión del espíritu. Recordemos que el producto de las viñas es la uva y de ahí proviene el vino, que provoca dos reacciones: una que embriaga, y la otra es provocar gozo perdurable.
Una enseñanza que le dio el Señor a mi papá, siervo del Señor: Gustavo Alberto Hernández Siles; Ganadero y productor, fue esta:
En 1948, estando en una reunión de pastores en el Sauce (Municipio de León. Nicaragua) había dispuesto en su corazón darle a cada pastor $5.00 que en esos tiempos era una cantidad respetable pues todo valía centavos y vaya que los necesitaban, en esos tiempos la pobreza se tenia como símbolo de humildad y de la voluntad del Señor, y a mi papá lo tenían en menosprecio porque el Señor lo había bendecido financieramente, y a causa de un comentario burlón y despectivo de uno de los pastores, refiriéndose a la bondad como acto de tontería e ingenuidad de los del norte (Eran del occidente) y mi papá era del norte, el se retractó de hacerlo, aunque ya los llevaba dispuestos en un fajo.
Al subirse al tren que lo llevaría a León, alguien le sacó de la bolsa de la camisa una pluma fuente de oro y se fue corriendo, la pluma le costaba como $700,00 Cordobas, y mi papá tenia cierta afición a las plumas fuentes y mas esa que era algo que le gustaba y la consideraba una valiosa posesión, al sentarse con el corazón herido por causa de la perdida material, le vino esta palabra al corazón: “Las pequeñas zorras que echan a perder la viña”.
Y se dio cuenta del gran error cometido; por causa de un comentario malintencionado había evitado una gran bendición tanto para el mismo como para los demás pastores.
¿Qué aprendimos de esto? Nuestros corazones firmes en las enseñanzas del espíritu de Dios, que es de amor, de bondad, de misericordia y que se goza en la justicia y que nadie, nada nos impida llevar a cabo las tareas que se tienen que ejecutar para alcanzar las metas que el mismo espíritu nos haya marcado.
En estas visiones podemos confundirnos pero les diremos algo que hemos aprendido y es a diferenciar lo que es de la carne y lo que es del Espíritu.
La visión de la carne: Es producto de la inteligencia del hombre y cree en lo posible nada mas, Busca lo suyo, usa el sistema piramidal. (El de Egipto) quiere engrandecerse sirviéndose de su prójimo de balde, tratándole como un objeto o un recipiente, menosprecia los intereses ajenos, busca lucro y tiene que buscar ayuda financiera en su prójimo, busca cobertura que se alinee a sus intereses y pasa sin mostrar evidencias de mejora en su hábitat. Tiene sus objetivos en lo visible y en lo posible para la carne y sus metas son inciertas.
La visión del Espíritu: Viene de Dios, busca lo que es del Señor en provecho de todos, no se sirve de nadie de balde, es enseñado a sembrar para provocar cosecha, no se asocia con la carne, habla de las cosas que no son como si lo fuesen, usa estrategias impalpables, es preciso, es valiente, es firme y convincente, nada lo detiene ni nadie lo opaca, ha nacido para brillar. Lo imposible es su especialidad. Recordemos que su hábitat es el reino de Dios, esta acostumbrado a desenvolverse en medio de la sabiduría, de la ciencia, de la inteligencia, quiere lo mejor y está para grandes empresas y metas que aseguren cambios en todo y en todo su entorno. Nada le impide lograr sus metas,
Vamos a darle un consejo que hemos recibido del Señor: Engrandece al espíritu, exáltalo, dale siempre el privilegio, estimúlalo a través de la palabra, algunas personas lo hacen en lo secreto, donde nadie las escuche, nosotros lo hacemos ante todos, nada nos impide decirle a los demás la belleza, él amor, la bondad, los maravillosos consejos que nos da, las palabras que usa para dirigirnos, las bellezas inagotables de la sabiduría son como manaderos de aguas que nunca faltan, es maravillosa su amistad, su intimidad, nunca te sientes solo, siempre está contigo y de la forma como lo engrandeces y lo priorizas en todo, de esa misma manera lo concibe en ti.
“Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias, Para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios. Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; El apacienta entre los lirios” Can 6: 2 y 3.
“Levantémonos de mañana a las viñas; Veamos si brotan las vides, si están en cierne, Si han florecido los granados; Allí te daré mis amores. Las mandrágoras han dado olor, Y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, Nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado” Can 7: 12 y 13.
Hay que mantener romance con el espíritu, declararle siempre cuanto lo amas, cuanto aprecias lo que el te da y te seguirá dando, siempre mantén la actitud y el coraje de darle toda la eminencia en todo tiempo y especialmente delante del prójimo.
La lección sirva para todos los que hemos concebido del espíritu santo grandes proyectos, empresas que a los ojos de los demás son locuras, no nos importe lo que la carne piense de nosotros, ni lo que diga calumniando, lo importante para todos debe ser lo que el Señor piense de ti y en que estima nos tiene, lo demás sale sobrando.
¡Animo, nada detenga nuestras metas, porque son del Señor! ¡¡ Asegure sobre todas las cosas su relación de intimidad con el espíritu santo!! ¡Nada ni nadie se ponga entre nosotros, a querer impedir con menosprecio, con palabras hirientes, con falacias envueltas en la religiosidad o tradiciones que hasta ahora han impedido la conquista del reino de Dios!! ¡Hagamos nuestra estas palabras!:
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Fil 4: 13.
“Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo; todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.” ” 1 Juan 3: 9 y 10.
Y siempre pongamos la mira arriba, nuestro vuelo sea alto, nuestro nido sea Jesucristo, la roca, el fundamento de todo cuanto hagamos y emprendamos, y recordando que nuestro trabajo en el Señor, no será en vano, vale la pena seguirle, adorarle, obedecerle y darle siempre las gracias en todo.
¡¡Gracias Señor, por habernos tomado en cuenta para esta gran empresa, como es establecer tu reino sobre todo el Mundo, y por cumplir tus promesas siempre!!
La leyenda cuenta así:
El personaje central, no solo de navidades, sino de cada día en nuestra vida y en la historia de la humanidad, es Jesús, el Cristo de Gloria y Poder
En esto consiste el acto de tomar esta protección espiritual, en RECIBIR, lo que Dios nos ha dado.
El yelmo protegía otra parte vital: la cabeza. En nuestras cabezas nacen ideas y pensamientos, captamos el mundo interior y el exterior, damos forma y sentido a nuestras sensaciones, etc. 
Dios nos da toda la protección que necesitamos.